La agenda económica global se centra en un inminente encuentro de alto nivel entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el exmandatario estadounidense Donald Trump, programado para este domingo en Escocia. La expectativa radica en la posibilidad de cerrar un pacto comercial transatlántico, un tema que ha cobrado relevancia tras los recientes avances hacia un arancel mutuo del 15%. Este diálogo es crucial, especialmente considerando las fluctuaciones en las perspectivas de acuerdo manifestadas por ambas partes y las precauciones que la Unión Europea ha tomado ante cualquier eventualidad.
La cita diplomática, confirmada por la propia Von der Leyen a través de sus redes sociales, se produce en un momento de acercamiento significativo en las negociaciones. Fuentes diplomáticas habían señalado a mitad de semana que Bruselas y Washington estaban convergiendo en la idea de establecer una tarifa general del 15%. Esta cifra representa un punto medio, considerablemente inferior al 30% que en un inicio había sido propuesto por Trump, y que se alinea más con la realidad arancelaria preexistente, la cual ya incluía un 10% impuesto por el magnate más un 4.8% previo.
El objetivo principal de esta reunión de alto nivel es la ratificación de este acuerdo preliminar. Von der Leyen enfatizó la importancia de mantener sólidas las relaciones comerciales entre ambas potencias económicas. No obstante, las declaraciones previas de Trump introducen un elemento de incertidumbre. El exmandatario había expresado que las probabilidades de alcanzar un acuerdo eran de aproximadamente el 50%, o incluso menos, lo que ha generado cautela en Bruselas. A pesar de la voluntad de la UE de concretar el pacto, los países miembros han respaldado la implementación de contramedidas comerciales por valor de 93.000 millones de euros, las cuales se activarían automáticamente el 7 de agosto si las negociaciones no prosperan. Un portavoz de Comercio de la Comisión Europea reiteró el compromiso de la UE por alcanzar un acuerdo rápido, aunque con la preparación para cualquier escenario.
El contexto del encuentro en Escocia también es notable. Trump inició un viaje de cuatro días por el país, donde además de su cita con la líder europea, tiene previsto reunirse con el primer ministro británico, Keir Starmer. El propósito de este último encuentro es afinar los detalles de un acuerdo comercial entre Reino Unido y Estados Unidos, el cual, según Trump, representa un logro significativo tras años de negociaciones. El exmandatario también visitará Aberdeen, donde posee el complejo de Menie, que alberga el renombrado campo de golf Turnberry, considerado por él como “el mejor del mundo”. Este telón de fondo añade una dimensión personal a la visita de Trump, entrelazando sus intereses económicos y de ocio con los importantes diálogos políticos y comerciales que se avecinan.
Este fin de semana crucial determinará si los lazos comerciales transatlánticos se fortalecen o si, por el contrario, se enfrentan a nuevas tensiones, con la Unión Europea lista para responder a cualquier desenlace.